martes, 28 de enero de 2014

Está tranquila, satisfecha, cierra los ojos y suspira. Un raro momento de felicidad. Pero es consciente de ellos, es normal que así sea. La felicidad no tiene que ser una meta, sino un estilo de vida. ¿Quién lo dijo? Un japonés. A veces estos japoneses se quedan con nosotros. Bien, pues yo añadiría también que la felicidad estriba de la capacidad de ser conscientes de que todo cuanto estamos viviendo, aunque solo sea el mero hecho de vivir, no es algo que se nos deba sin más. Así se puede ser feliz de manera simple, sin demasiados requisitos. Cierra los ojos. Pero ¿Qué cosas estoy pensando? La vida es simple, mas simple: es un caramelo, no demasiado dulce, que debemos dejar disolver en la boca, sin prisa, sin masticarlo.

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