Me aferraré a esa frágil porcion de esperanza y la mantendré cerca de
mí, recordando que en cada uno de nosotros hay cosas buenas y malas, luz
y oscuridad, arte y dolor, elecciones y lamentaciones. Cada uno de
nosotros es su propio trozo de ilusión que lucha por convertirse en algo
sólido, algo real. Tenemos que perdonarnos eso. Debo acordarme de
perdonarme a mí misma. Porque hay mucho gris con qué trabajar. Nadie
puede vivir siempre bajo la luz.
Yo tambien escondo secretos, pero a veces, simplemente no puedo evitar explotar.
